Ha llegado septiembre y, para muchos, el fin de las vacaciones. Se acaban las comilonas en restaurantes, tapas en terracitas, refrescos, helados, cenas en familia… Llega la vuelta a casa, al trabajo, al cole y a la normalidad…Y muchos empiezan con el pequeño (o gran) disgusto de haber ganado unos kilitos durante las vacaciones.
¿Cómo quitarse el peso ganado?
Como nos comentaba Patricia en el artículo de la semana pasada, los milagros no existen y lo que separa quienes consiguen el resultado de quienes no es el cambio de hábitos. Los pequenõs cambios diarios serán los que te llevarán a los grandes resultados. Así que aquí te dejo cinco consejos para que sea más fácil adquirir un nuevo estilo de vida y quitarte los kilos de más ganados en vacaciones
Bebe agua
El primer consejo es que te asegures que tu cuerpo esta bien hidratado; no esperes a tener sed para beber. Cuando el cuerpo no lo hidratamos lo suficiente el cerebro puede recibir señales confusas entre sed y hambre. Como siempre la bebida perfecta es el agua; debemos limitar el consumo de bebidas azucaradas. ¿Un buen hábito? Nada más levantarte, beber un buen vaso de agua (si le exprimes medio limón, perfecto!)
Póntelo fácil
Anticípate a la pereza da cocinar cuando llegas cansado a casa y prepara platos saludables con antelación que puedes guardar congelados. Llegar después de la vuelta al trabajo y que no haya nada preparado, puede llevarte a comer lo primero que encuentres y empobrecer tu dieta.
Planifica y hazte con recipientes del tamaño de la ración que necesites y que sea fácil y rápido de preparar para la cena. Ten cremas de calabaza, purés de calabacín y patata, de puerro, de zanahoria, etc. Sólo se necessitas calentar, echar un poco de aceite y semilla y listo. Cuando cocines pescados y carnes, haz de más y congela varias raciones. Pescados al horno con tomate y cebolla, pollo con pimentos y ajos, calamares rellenos, etc.
Piensa en 4 recetas rápidas que no exigan mas de 10 minutos, por si no tienes nada en el congelador. Los huevos son un gran facilitador: en tortilla de champiñones, de espinacas, revuelto con salmón ahumado…
Y las ensaladas están listas en cinco minutos si ya tienes todo lavado: base de lechuga, canónigos u otras hojas verdes, con vegetales que le den color: tomate, zanahoria, remoloacha, trocitos de naranja o fresas. Añade algo de proteína como mozzarella, atún, gambitas, tofu y frutos secos y semillas (sésamo, lino, chía, semillas de girasol…) para tener un plato diez.
Una compra inspiradora
Aprovecha la motivación del verano y haz una primera compra saludable llena de alimentos de temporada. Esto te obligará a cocinar con ellos. Limita los alimentos procesados y desafiate a inventar una nueva receta con estos ingredientes, un nuevo desayuno, inspírate en algún plato o comida que hayas provado en verano, etc. Tomates, hojas verdes, pimientos, pepinos, puerros, remolacha, zanahorias, frutos secos, kiwis, ciruelas…son los vegetales y frutas que septiembre nos regala…¡aprovéchalos!
Orden en la cocina
Como guardamos la comida esta muy relacionado con qué comemos. Tener la comida en zona visible, nos facilita caer en la tentación y puede hacernos comer más. Así que guarda las galletas y otros snacks a puerta cerrada y ten sólo a la vista alimentos saludables. En la nevera, pon estos alimentos visibles nada más abras la puerta y guarda abajo las tentaciones. Ten prepardos algunos tentempiés fáciles como frutos secos, yogures, crudités cortadas en un tupper, hummus, huevos duros…snacks ligeros a la vista.
¿Qué te motiva?
En el nuevo escenario de vuelta a la rutina es importante que te plantees los objetivos que quieres alcanzar, claros y específicos, y las motivaciones que te conducen a llevar una más saludable. Lo mejor es que hagas una lista por escrito. El mero hecho de escribirlos ya hace que te comprometas más, y la vayas repasando. Te irás enfocando cada vez más en ellas y la meta será más fácil de alcanzar sin decaer.
Tómatelo con alegría
Si te sientes deprimido por haber ganado peso hay muchas probabilidades que te desmotives y te cueste más. Tómalo con paciencia, constancia y no te obsesiones, la vida es más que esos kilitos.